Índice Chilango de los Cuidados

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Cuidar, hacer esa labor, escribió la filósofa Hannah Arendt, es una de las formas de organización más primordiales. La labor enfocada a las necesidades del cuerpo, en la reproducción de la vida, es imprescindible para producir al sujeto capaz de la acción. Un siglo atrás, Flora Tristán ya había reconocido la importancia del trabajo de cuidados, ya que sin él, la clase obrera no podría hacer un trabajo político.

Daniela Rea Gómez (2022), Fruto. (Pedagogías y cuidados como horizonte político pedagógico)

El presente trabajo tiene su origen en la inquietud por entender a qué se refieren cuando hablan de cuidados en la ciudad y cómo afecta nuestro día a día en lo local, en la comunidad. Por ello, quise hacer un análisis desde la dimensión urbana y de lo público, para comprender cómo estamos en la CDMX y poder partir de ahí para construir una nueva forma de hacer ciudad con una perspectiva de los cuidados.

¿De qué hablamos cuando hablamos de cuidados?

En el transcurso de nuestras vidas tenemos diferentes grados de dependencia, aún incluso al ser personas adultas tenemos algún grado de dependencia, ya sea física o emocional. Dependemos del tiempo, trabajos y afectos de otras personas. Sin embargo, existen tres grupos poblacionales que concentran la atención al ser quienes requieren los cuidados físicos específicos y más intensivos: niñas y niños, personas adultas mayores y las personas con discapacidad y alguna enfermedad.

Con esto en mente, Yazmín Pérez Haro dice que los cuidados

…constituyen un proceso cotidiano, que abarca todas las etapas de nuestro curso y ciclo de vida, desde el nacimiento hasta la muerte sin ser necesariamente cronológico, es relacional y multidimensional, necesario para la regeneración cotidiana del bienestar físico y emocional de las personas.

Yazmín Pérez Haro, Directora general de Igualdad Sustantiva en la Secretaría de las Mujeres CDMX.

Entonces, tendríamos que pensar en esta necesidad de los cuidados no como una situación excepcional, sino como una característica inherente de nuestra naturaleza humana, por lo que ha devenido en un derecho. Y bien lo dice la constitución de la Ciudad de México en su Artículo 9° apartado B sobre Ciudad solidaria:

B. Derecho al cuidado

Toda persona tiene derecho al cuidado que sustente su vida y le otorgue los elementos materiales y simbólicos para vivir en sociedad a lo largo de toda su vida. Las autoridades establecerán un sistema de cuidados que preste servicios públicos universales, accesibles, pertinentes, suficientes y de calidad y desarrolle políticas públicas. El sistema atenderá de manera prioritaria a las personas en situación de dependencia por enfermedad, discapacidad, ciclo vital, especialmente la infancia y la vejez y a quienes, de manera no remunerada, están a cargo de su cuidado.

Constitución Política de la Ciudad de México.

El estado de los cuidados en México

El tema de los cuidados está cruzado por el género y la clase. De acuerdo con OXFAM (2019), la sociedad aún coloca a las niñas y mujeres como las responsables principales de los cuidados en el hogar, esto produce una sobrecarga de tiempo en ellas que limita su acceso al trabajo remunerado.

La Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) de INEGI (2022), nos revela que las mujeres dedican 37.9 horas en promedio a la semana a las labores de cuidado sobre 25.6 de los hombres. El 75.1% de las labores de cuidado son realizadas por mujeres, lo que se refleja en afectaciones a la salud de las mujeres cuidadoras (en su mayoría) como sentirse cansadas (39.1%), disminución del tiempo de sueño (31.7%) y sentirse irritadas (22.7%).

Pese a esto, el trabajo de cuidados ha sido relegado a segundo término por no considerarse prioritario en las labores productivas, siendo esto una contradicción, de acuerdo con el INEGI (2021) el trabajo doméstico no remunerado equivale al 27.6 % del PIB.

Vivimos en una sociedad donde la distribución de las labores de cuidados es evidentemente desigual y, por lo tanto, tendría que haber una transformación con la participación de toda la sociedad, desde un enfoque comunitario en conjunto con el Estado. Es un tema prioritario de carácter público que afecta el bienestar de la población.

¿Los cuidados desde una perspectiva urbana?

Para algunas personas el espacio público puede significar encuentro, diversión, descanso, pero para otras conlleva exposición o riesgo. Desde este punto, es importante entonces tomar en cuenta la experiencia que podamos tener en ella las personas que la habitamos, desde la diversidad.

Hemos construido nuestras ciudades como el medio más hostil para las actividades no vinculadas a lo productivo. Imagina tratar de descansar, usar un sanitario público higiénico, beber agua no embotellada, divertirse sin tener que consumir…son cosas casi impensables y difíciles de lograr.

La ciudad ha sido hecha a la medida de una persona masculina, en edad productiva, no inmigrante, con cierto poder adquisitivo, sin condiciones físicas o cognitivas especiales y heterosexual…en función de la velocidad, del automóvil.

Y en este contexto, se van construyendo las condiciones de vulnerabilidad y exclusión de todo el resto de la población que quedamos fuera de esta descripción hegemónica (en el discurso, más no en los números), vemos como a través de esta configuración de ciudad, se van destacando algunos rasgos de vulnerabilidad y se van convirtiendo a las personas en débiles o fuertes de forma desigual.

Por ello se vuelve crucial la implementación de un sistema público de cuidados que contemple las condiciones físicas de la ciudad, que ayude a reducir la carga de los cuidados desde una ciudad a escala humana y comunitaria.

¿Índice Chilango de los Cuidados?

El Índice Chilango de los Cuidados pretende ser una herramienta que contribuya a esclarecer el estado de los cuidados en las colonias de la Ciudad de México. No pretende ser el único, y mucho menos es perfecto, sin embargo, es un punto de partida para ir pensando y bocetando la ciudad que queremos y cómo podemos construirla desde la diversidad.

La pretensión es proporcionar información cuantitativa para dar soporte a la construcción de la política pública en materia de los cuidados en la ciudad.

De acuerdo con Col.lectiu Punt 6, ellas desarrollaron 6 líneas estratégicas que miden el nivel de seguridad de los espacios:

  1. Visible
  2. Vigilado
  3. Señalizado
  4. Equipado
  5. Vital
  6. Comunitario

Tomando en cuenta estas líneas de acción, se trabajó en 8 categorías que agrupan diversas variables medibles en la ciudad, para la construcción del Índice Chilango de los Cuidados:

  1. Seguridad (Centros de atención a la violencia, carpetas de investigación de delitos de bajo y alto impacto, postes de auxilio)
  2. Movilidad (Movilidad peatonal, transporte público)
  3. Abasto (Mercados, tianguis)
  4. Salud (Infraestructura de salud)
  5. Equipamiento (Deportivos, wifi, recintos culturales, asistencia social, comedores comunitarios, espacios públicos, sanitarios)
  6. Educación (Preescolar, primaria y secundaria)
  7. Servicios públicos (Electricidad, agua potable)
  8. Política pública (Políticas públicas en materia de cuidados por alcaldía)

Se hizo una ponderación por variable, dando un mayor peso a la salud, seguido de la movilidad peatonal (entendiendo los trayectos de las mujeres al realizar las labores de cuidados), el equipamiento, servicios públicos y la seguridad; haciendo la sumatoria de las variables para llegar a un 100% lo que indicaría el ideal del entorno urbano dedicado a los cuidados.

Este índice se construyó de manera dicotómica: si existe o no dicho elemento, dejando de lado la calidad de este. Por ejemplo, no es posible determinar si las banquetas están de acuerdo con la norma o permite el libre tránsito de una persona en silla de ruedas, únicamente nos indica si existe o no en la manzana. Lo mismo para el equipamiento en salud, en asistencia social, no nos habla de la calidad de este, únicamente si hay presencia o no en un radio caminable.

El mapa del Índice Chilango de los Cuidados

Y entonces, ¿qué perspectiva tenemos como ciudad?

Siguiendo la lógica de un estado de bienestar, el índice se construyó desde una perspectiva de lo público, es decir, entendiendo que el Estado debería ser parte importante de las labores de cuidado que se realizan en las ciudades, por lo tanto, no sorprende que las colonias históricamente con población de mayores ingresos salieron mal posicionadas, debido a que muchos de sus servicios y equipamientos están proporcionados desde el ámbito privado.

En este sentido, esta herramienta sirve a tomadores de decisiones para construir políticas públicas con información certera y más completa sobre los cuidados para proponer mejoras en servicios e infraestructura urbana, para identificar qué y en donde hace falta algo en alguna de las 8 categorías propuestas; pero también, por otro lado, sirve a la ciudadanía como una herramienta de exigibilidad de derechos desde una evaluación de las políticas públicas y de una mejora continua en los servicios públicos.

El índice nos revela una situación urbana precaria en temas que salen de la esfera de lo productivo (aunque son las labores de cuidado que sostienen lo productivo en materia económica). Cómo mencionaba anteriormente, tenemos un entorno urbano enfocado en la velocidad que ha dejado fuera otras dinámicas que se alejan de la esfera de producción capitalista. Por ello, no sorprende que las colonias mejor calificadas no tienen una puntuación superior al 78.80%, es decir, evidencia este déficit y abandono que se ha dado durante décadas a algo tan importante e inherente de la condición humana, como lo son los cuidados. Tan solo 113 colonias, el 7.3% de toda la ciudad tienen las “mejores” condiciones para el desarrollo de los cuidados.

A partir de aquí tenemos que decidir si transitamos hacia una ciudad que priorice a las personas, que priorice y ayude a descargar los temas de los cuidados que se dan desde lo privado, y configurarlo desde lo comunitario y la diversidad y que voltee a ver a las personas cuidadoras y las cuide.

Transitar hacia la desmercantilización de los cuidados mediante los servicios públicos de calidad, de un Estado garante de derechos y libertades, como dice la constitución, que ayuden a la disminución gradual de la desigualdad social y de género presentes aún hoy en día en nuestras sociedades.

Asumamos pues, que la ciudad no está diseñada desde la neutralidad y que debemos partir ahora desde una perspectiva más amplia de usos y disfrutes para el bienestar común, poniendo la sostenibilidad, la ternura y el amor de la vida al centro.

Si tienes algún comentario o sugerencia da click aquí para hacérmelo llegar.

Fuentes utilizadas

Para la construcción de este Índice Chilango de los Cuidados hice uso de la plataforma datos abiertos CDMX, que concentra el conjunto de datos de la Ciudad de México generados por las diferentes dependencias de gobierno de la ciudad desde un ejercicio de transparencia, así como de algunas bases de datos del INEGI.

            Seguridad:

  • Postes C5
  • Programa mi calle
  • Lunas
  • Centros de atención a la violencia
  • Servicios de atención a las mujeres
  • Víctimas en carpetas de investigación
  • Servicios de atención a violencia de género

            Movilidad:

  • Inventario Nacional de Vivienda INEGI 2020
  • Metro
  • Metrobús
  • Transportes eléctricos
  • RTP
  • Transporte concesionado
  • Infraestructura vial ciclista

            Abasto:

  • Mercados públicos
  • Tianguis

            Salud:

  • Equipamiento básico de salud

            Equipamiento:

  • Sanitarios DENUE
  • Estancias infantiles DENUE
  • Casas del adulto mayor DENUE
  • Casas de cultura DENUE
  • Bibliotecas públicas DENUE
  • Deportivos públicos
  • Puntos de acceso wifi gratuito
  • Pilares
  • Comedores comunitarios
  • Utopías
  • Promedio de distancias a espacio público

            Educación:

  • Preescolar DENUE
  • Primarias DENUE
  • Secundarias DENUE

            Servicios urbanos:

  • Infraestructura física

            Políticas públicas:

  • Programas sociales por alcaldía apoyoseconómicos.org

También quiero agradecer ampliamente a todas aquellas personas que me escucharon y fueron pacientes con mis constantes preguntas y conflictos durante la construcción del presente índice. Sin duda este proyecto no hubiera sido posible sin toda esa retroalimentación que fue construyendo y dando claridad al trabajo, gracias infinitas Camilo Vicente, Ximena Gutiérrez, Yolanda Moreno, Laura Hernández, Arturo Domínguez, Alejandra Lara, Itzel Monroy, Mercedes Martínez y Columba Figueroa.

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